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lunes, 10 de diciembre de 2012

Búscame.

Búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme. Búscame cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere. Búscame cuando eches en falta las risas, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos en los malos momentos y las locuras. Búscame cuando necesites alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles. Búscame cuando necesites que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa, y lo guapo que estas cuando te enfadas. Búscame cuando mires el móvil esperando una llamada que ya no llega , cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente, cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y al girarte esperes que sea yo. Búscame cuando necesites cerillas para encender lo que se ha apagado, cuando mis ojos ya no te pidan guerra, cuando las discusiones sean aburridas y los días rutinarios. Búscame cuando las canciones carezcan de significado. Búscame cuando recuerdes los buenos momentos y te arrepientas de no tenerlos ahora. Búscame cuando tu ego necesite que le supliquen desesperadamente cariño, pero sobre todo cuando quieras suplicarlo tú.

La vida es un libro.

La vida es un libro, un libro lleno de colores que tu puedes elegir, puedes decidir si pintar tus paginas de negro o de color. A veces no puedes decidirlo, simplemente te quedas sin tinta de color y te toca vivirlo todo negro. También podemos hacerlo a lápiz, pero eso puede significar que no tienes entusiasmo, que lo haces a lápiz para poder borrarlo algún día si te arrepientes. Lo que la gente no sabe es que aunque lo borres y creas que no ha quedado nada, deja marca y se nota que lo has borrado. Porque lo hecho, hecho está, y el pasado es pisado y aunque aveces nos duela mucho recordarlo ya esta hecho y no podemos hacer nada al respecto, porque en esta vida hay que vivir el presente y cuidar tu futuro. 




sábado, 8 de diciembre de 2012

John Lennon.

"Nos hicieron creer que el gran amor sólo sucede una vez. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja,y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completarlo que nos falta. Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía es más agradable. Nos hicieron creer en una fórmula llamada dos en uno: dos personas pensando igual, actuando igual... que era eso lo que funcionaba! No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable. Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término,deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas,frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas. Y entonces, cuando estés enamorado de ti mismo podrás ser feliz. Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor aunque la violencia se practica a plena luz del día..."

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Soy la chica que siempre pierde, aquella que finge su sonrisa, la chica que aparenta ser fuerte pero que todos los días continúa rompiéndose por dentro, la chica que está ahí sonriente y parece no tener problemas... Aquella que contiene las lágrimas hasta que ha colgado el teléfono. Cuando digo "tranquilo, estoy bien" realmente estoy esperando a que alguien a quien de verdad le importe me diga "no, no lo estás."

¿De verdad existen las mitades perdidas? ¿O son otro invento de los padres?

Es extraño que una persona aparezca en tu vida y lo cambie todo. Alguien del que no sabías nada, del que habías prescindido sin mayores problemas hasta ese momento y que sin embargo ahora mismo se apodera de ti, de tu cuerpo y de tu mente, consiguiendo que a partir de entonces nada tenga sentido lejos de él. Como si fuera tu mitad perdida, esa que tanto has buscando a lo largo de tu vida.
Diciembre llega, y con él, los gorros, abrigos, bufandas y botas. Me estremezco cuando veo caer los copos de nieve sobre la gélida superficie. El frío invade mi cuerpo, y me encanta. Procuro que no se me noten demasiado las ganas que tengo de que llegue la tarde de sábado, para poder tumbarme en el sofá y esperar a que empiece la película en compañía de unas buenas palomitas y mi descafeinado de máquina.
Llámame rara, pero me encanta el invierno, su frío, el aire esperanzador que echamos por la boca al suspirar, y los buenos encuentros con una taza de chocolate entre las manos.


¿Alguna vez te has sentido tan simple e insignificante que hasta una pequeña mariposa puede ser mejor que tú? ¿Alguna vez has estado tan al borde del acantilado de la decepción como para sentir vértigo? ¿Alguna vez, en algún momento, por el simple hecho de haber querido ser feliz y no poder te has derrumbado aún más y ese acantilado antes dicho se ha convertido en un pozo sin fondo del cual caes y caes? ¿Alguna vez has sentido un sentimiento de culpabilidad tan grande que lo único que te apetece es volver el tiempo atrás y arreglarlo? Yo sí, todo. Seguramente penséis que vaya vida he pasado, que todo son problemas, malos ratos... Pero supongo que todo el mundo tiene días malos ¿no? No puedo pretender estar bien siempre, porque no lo voy a conseguir. En ocasiones, supongo que como todo el mundo, he intentado sacar sonrisas, y sí, lo he conseguido, pero te voy a decir como son: totalmente falsas. Y es que hay días que no consigo estar bien, recuerdo cosas, momentos vividos y no puedo evitar estar mal aunque sea un minuto. Pero se que esto no es así. Se que la vida no está para recordar días malos, ni para sufrir. Porque se que solamente tengo una vida. Ni dos, ni tres, ni cuatro, solo una. Y tengo que vivirla al máximo. Cuando me doy cuenta de la estupidez de sonrisa falsa que saco, recapitulo inmediatamente, o al menos lo intento, por que lo último que quiero es que las personas que más me importan se preocupen por chorradas que ni siquiera se merecen un 6º puesto en mis preocupaciones. Y ahora, dicho esto, os preguntareis ¿entonces si tiene esa visión de la vida, por qué empieza tan negativamente? Ya lo he dicho, todo el mundo tiene días malos, aunque no los quiera reconocer, pero es que yo siempre lo he dicho: la vida ante todo y después el ser feliz. ¿Las preocupaciones? Mejor dejarlas a un lado. 

Me gusta...

Me gusta la montaña y me gusta la playa. Me gusta el negro y me gusta el blanco, me gusta el chocolate como me gusta la vainilla, me gusta bailar como cantar, me gusta reír y sentir, me gustan los días soleados incluso me gustan los días nublados, me gusta el frío tanto como el calor. Me gusta la amistad como me gusta el amor. Me gustan las sudaderas como me llegan a gustar los vestiditos. Me gustan tanto las películas de miedo como las películas de amor. Me gusta la Navidad como me puede gustar la Pascua. Me gusta la música romántica como me puede gustar la música disco. Me gusta la nieve como a los ositos polares y me gusta el mar, como le gustan a los delfines. Me gustan las estrellas puesto que también me gusta la Luna. Me gusta la perfección junto a la imperfección. Me gusta el agua helada al igual que el fuego ardiente. Me gusta la pasión por lo cual también me gusta el amor. Me gustan los pequeños detalles como los grandes momentos. Me gustan los abrazos por lo tanto me gustan los besos. Me gusta ese marrón que de tus ojos destaca. Me gusta tu sonrisa como tu risa. Pero lo que más me gusta eres tú.
Disfrutad, que es verdad que la vida son dos días, que lo que hoy empieza mañana acaba. Porque vamos buscando y no sabemos el qué, porque nos creemos buenos y sólo queremos nuestros intereses. Si reímos, muchas veces , es a costa de que otro llore. Simplemente queremos nuestra felicidad, pero no conocemos cómo encontrarla. Tenemos muchos sueños, otros lo único que buscamos es vivir el momento. Lo que parecía importante hace un segundo, ahora es indiferente. Ayudar es una palabra muy complicada para llevarla a cabo. Pues, ¿sabéis qué os digo? Que a mí me gustan esa gente que quiere en sus vidas alguien que aparezca y le diga: "Ya estoy aquí, te quedan dos deseos". Y que, a partir de ahí, ya todo sea diferente, que los dos deseos que le quedan, no importen. Que esto haga que, todo el mundo, vea todo de otro color, que nos tratemos como personas iguales, que no nos guste el mal ni mucho menos nos alegremos de él. Disfrutad, que lo que tenemos es inmenso. Valorar lo que hay a nuestro alrededor, puede hacernos más grandes. Y que, cuando te parezca que caes, el mérito está en poder levantarte, y visualizar todo lo que te queda por ganar. Apuntadlo: Lo bueno puede ser mejor, y lo mejor, excelente.